La primera estación de gasolina en el mundo

La historia del automóvil (hasta ahora) esta ligada íntimamente con el uso de los combustibles fósiles. Es por eso que en los primeros años de su utilización el abasto para seguir circulando se realizaba de la forma masss insolita.

En la pequeña ciudad alemana de Wiesloch se encuentren una reluciente placa conmemorativa, en la cual se puede leer la frase “Erste Tankstelle der Welt”. Para los que no estaran familiarizados con la lengua se puede traducir como: “la primera gasolinera del mundo”.

Sin embargo, echando un vistazo alrededor, esperando encontrar algo así como una gasolinera actual pero con la estética y la tecnología de hace un siglo, nos llevamos una tremenda decepción. La fachada del edificio que luce la placa esconde insólitamente en su interior lo que en Alemania se denomina “Apotheke”, una Farmacia.

Aunque hoy en día las gasolinerias forman parte imprescindible del paisaje urbano dominado por el automóvil, en los comienzos de la sociedad motorizada los combustibles como la gasolina u otros derivados del petróleo solamente se vendían en farmacias (mayoritariamente se utilizaban como quitamanchas y disolventes).

Pero esta pequeña farmacia alemana es la que disfruta del honor de ser considerada la primera que ejerció como gasolinera. Debido a que en agosto de 1888 Bertha Benz, la esposa del inventor del automóvil Carl Benz, decidió hacer una excursión en compañía de sus dos hijos desde Mannheim hasta la ciudad donde había nacido, Pforzheim, a bordo del Benz Patent-Motorwagen Nº 3.

La Sra. Benz también es considerada como el conductor que realizo el primer viaje interurbano en automóvil, con un recorrido de 104 kilómetros de ida y unos 90 de regreso. Durante este “largo trayecto” se vieron en la necesidad de rellenar el depósito de combustible y decidieron parar en la farmacia del Sr. Willy Ockel, ubicada en Wiesloch, para comprar unos litros de un conocido producto de limpieza derivado del petróleo que recibía el nombre de Ligroin. Era la primera vez que un automóvil paraba para cargar combustible, durante una tranquila excursión familiar.

A medida que fueron apareciendo masss automóviles fueron aumentando también los puntos de venta. La primera guia de “gasolineras” de Alemania se publicó en 1909. Una relación de cerca de 2.500 establecimientos (entre los que figuraban farmacias, tiendas de comestibles, de bicicletas, hoteles y casas de huéspedes) donde cualquier automovilista podía adquirir los importantes hidrocarburos líquidos.

Los conductores llevaban sus propios recipientes, generalmente botellas, garrafas o incluso depósitos de leche, que luego vaciaban en el depósito de sus coches. Las medidas de seguridad eran inexistentes y los accidentes por incendio estaban a la orden del día, especialmente cuando alguien despistado se empeñaba en fumar durante el evento.

Los primeros surtidores especializados aparecieron varios años masss tarde, a medida que las carreteras se poblaban de coches sin caballos. La mayoría se ubicaban en las dependencias de los nuevos talleres de automóviles, que generalmente eran antiguas herrerías o cerrajerías que cambiaban de actividad comercial ante el rumbo que empezaba a tomar el transporte por carretera. Seguramente ninguno de aquellos empresarios habría imaginado que las gasolineras llegarían a ser, negocios con entidad propia que incluso llegarían a manejar regulaciones, por ley, manteniendo una distancia a la que podrían ubicarse en algunos tipos de carreteras.

Algo aun masss insólito, es que la calle donde se encuentra la “primera gasolinera del mundo” hace tiempo que no ve pasar un auto. Desde hace unos años es una zona peatonal y todo aquel que quiera ver la farmacia y la estatua conmemorativa del viaje de Bertha Benz tiene que hacerlo a pie.

Publicado por:
Natalia Welch